Osteopatía infantil desde la Conciencia

 La Conciencia es la Vida que se expresa continuamente en cada estructura viva del mundo y el universo en el que vivimos. ¡TODO ESTÁ VIVO, TODO ES CONSCIENTE! Todo lo que nos rodea está vivo y está en continua relación con nosotros.  

Esto toma una vital importancia cuando trabajamos con un niño, todo lo que tocamos está vivo, es consciente, y él está vivo y es consciente, lo sepa o no. Lo que implica que a través de nuestro tacto, a través de nosotros entramos en comunicación con él y las estructuras anatómicas conscientes de su cuerpo. Y es desde esta relación que la Comunicación se hace posible entre él y yo. Será gracias a una justa comunicación que la Vida en sus tejidos me contará su historia, desde dónde está viviendo el presente cada día, y qué permite su Salud, pero también qué impide que su salud pueda expresarse. 

La Conciencia en su cuerpo se expresa en la anatomía, a través de la fisiología, con los intercambios químicos, los cambios hormonales, los procesos digestivos, …etc., a través de todas las funciones su cuerpo.

Mi función en cada sesión de osteopatía es la de ser el fulcro, el apoyo que su cuerpo consciente necesita para que la Conciencia pueda expresarse sin obstáculos, permitiendo así la Salud.

No hay técnicas para que vaya al baño, para que duerma, para que no tenga cólicos, o para que duerma bien…. Si parto de aquí me voy al concepto de la medicina convencional con la que todos hemos crecido y conocemos, esa que tiene pastillas, remedios y técnicas para todo tipo de síntomas, funciones y enfermedades. Como osteópata no pienso así. Recordando lo que decía Andrew, “Encuéntralo, corrígelo y déjalo tranquilo”. Encuentra allí donde está el obstáculo, haz lo que puedas para liberarlo, y deja tranquilo al cuerpo que él ya sabe cómo ha de actuar cuando no tiene obstáculos. No necesito estimular un ganglio, un nervio, una técnica para el intestino u otra para el diafragma… No, esa no es mi filosofía, sino la de quitar el obstáculo manifestado en la anatomía consciente, y permitir así que la función fisiológica, la energía, las informaciones se expresen sin obstáculos. Algo que sabemos desde hace ya muchos siglos atrás, pero parece que nos cuesta aceptarlo. Es desde esta mirada que me acercaré a ese niño y lo consideraré único y diferente al resto de niños, así como el momento en el que entro en contacto con él, en lugar de pensar que todos los síntomas y malestares tiene la misma causa, sea el niño que sea. La Conciencia en cada niño, en cada ser humano será el punto de partida para abordar de manera individual y única a ese ser humano que acaba de nacer y que tengo entre manos.

Franki Rocher

Osteópata D.O