La contribución del Dr. Still a la ciencia (2)

Su experiencia práctica diaria le enseña que la estructura ha de estar intacta para permitir una función normal...

 

que a la vez depende de las propiedades inherentes de la química. El significado de esta perogrullada de hoy en día no estaba tan claro medio siglo atrás. El Dr. Still era un buen cirujano; poseía una habilidad mecánica que no era común en su profesión; y se daba cuenta de la ineficacia de las drogas. Estas cualidades unidas a las experiencias manipulativas en el cuerpo, le dirigieron hacia un nuevo concepto de enfermedad. Es este concepto de la enfermedad , nacido de su cerebro hace más de cincuenta años, al que le dio el nombre de Osteopatía, que es de gran interés para nosotros en este momento. Estos cincuenta años es solo un momento, cuando calculamos el tiempo; pero es un largo y fructífero periodo de desarrollo científico. Los laboratorios y recursos actuales contrastan mucho con las oportunidades que había hace cinco o seis décadas. Simplemente no existen. Además, el antiguo concepto de enfermedad todavía estaba lleno de grandes contrastes. Muchas teorías químicas eran incontroladas, ancladas en las viejas tradiciones. La moderna teoría actual del germen era desconocida. Estamos listos para olvidar esta antigua situación en comparación con lo que ocurre en la práctica de hoy en día. Con todo esto en la mente tenemos un indicio de la independiente fertilidad de la mentalidad del Dr. Still. Sin duda, la gran magnitud de su concepto es verdaderamente maravillosa. Liberado de las cadenas de la tradición o lo que se llama la autoridad, se atrevió a navegar por mares desconocidos.

 

Investigación anatómica y fisiológica práctica, junto con una fe ciega en la magnitud de la naturaleza le sirvieron de inspiración.

 

Con todo esto nunca dudó, cualquier imperfección era tenida en cuenta como una falta de conocimiento exacto. La necesidad de conseguir un mayor conocimiento era la fuerza que le llevo consistentemente hacia delante sin renunciar ante ninguna práctica o dificultad. La integridad del cuerpo humano, estructura, órganos, química, funciones y sus características para crecer, desarrollarse y repararse, finalmente se mostraron en orden frente a él en su plenitud de gloria y proclamó: “la ley de la arteria es suprema, y el cuerpo humano contiene todo lo que caracteriza a un mecanismo vivo y físico”. Realmente este es un concepto extraordinario y fértil. No vino completamente acabado, en un momento del tiempo en el que el ajuste de la estructura y la manipulación de los músculos y órganos garantizaban resultados. Luego, la importancia de una integridad del cuerpo, cuando estaba estructuralmente intacto, y de sus propias capacidades curativas internas, cuando no tiene impedimentos, se manifestaron, quizás, podemos decir como si se manifestara el Reino de Dios desde su interior, siempre que se estuviera preparado para poder entenderlo. El Dr. Still, era un hombre con profundas creencias religiosas creyente en la absoluta perfección de Dios, y plenamente consciente de que el conocimiento y la comprensión vienen solo a través de una propia experiencia y trabajo constante. Esto es lo que se necesita para obtener sabiduría. 

 

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