La osteopatía ayuda en el desarrollo infantil

Educando a tu hijo al revés

Es posible educar a tu hijo en dos direcciones, y no solo en una como habitualmente se nos enseña? La Osteopatía te ofrece esta posibilidad!

 

La primera dirección esta clara, y la hacemos todos los días, y la hacen cada vez que su niño va a la escuela o a clases de ayuda. Pero, ¿han pensado en que su hijo puede ser ayudado en el sentido contrario?. Cuales son los dos sentidos de los que hablo, empecemos por el más frecuente y común.

 

El sentido de fuera a dentro.

 

Desde esta dirección tratamos de educar y estimular la actividad motora e intelectual de nuestro niño mediante estímulos que ayuden a que su sistema nervioso madure y se reorganice. Es así como nuestro hijo desde el momento en el que nace, le sonreímos, le cogemos, le abrazamos, a medida que comienza a gatear, le damos objetos para que los mire, los coja, se coordine con ellos. Nuestro hijo sigue creciendo, y entonces cuando llega el momento de llevarlo a la guardería, que empiece a comer adecuadamente y con regularidad. Mas tarde llegará al colegio, es entonces cuando numerosos estímulos llegan a su cuerpo; debe aprender a leer, a escribir, a saltar, correr, coger la pelota, tirarla, relacionarse con sus compañeros…etc, etc, etc.

 

Es frecuente que en este momento en el que algunas dificultades pueden aparecer. Ahora resulta, que mi niño tiene dificultad para coger la pelota cuando se la lanzan, para articular o reconocer las letras, no escucha bien lo que dicen, se distrae con frecuencia, es nervioso, irritoso, e incluso, llega a ser el “rebelde” de la clase. O bien, por otro lado, nos encontramos con un niño que no reacciona ante nada, no se inmuta, apenas se emociona, y esta excesivamente tranquilo ante los estímulos de sus compañeros, le da igual si el profesor le riñe o no, si aprende al mismo tiempo o va con retraso. 

Y es a partir de estos signos, que como padres empezamos a reaccionar. Pensamos que nuestro hijo necesita un logopeda que le estimule el habla, la lectura. Unas clases de educación física adicionales; le apuntamos al equipo de fútbol, de baloncesto… . o bien, pensamos que necesita ayuda psicológica para aprender a comportarse en la escuela, para tener motivación para aprender, etc etc, etc… .

Esto es lo que estamos acostumbrados a hacer frente a una situación como estas, siempre buscamos las soluciones para las causas  del problema fuera y nunca vamos en la otra dirección mirando hacia dentro. Y yo, llegado a este punto me pregunto: ¿no nos estamos centrando en el problema en una sola dirección? Siempre yendo de fuera a dentro. Siempre intentando, obligando a que nuestro hijo, a que su cuerpo y mente reaccionen con los estímulos que vienen desde el exterior, con el fin de hacerle cambiar. En definitiva, ¿a obligarlo a ir en contra de lo que su cuerpo expresa?. ¿Nos hemos parado alguna vez a plantearnos lo que significan?, ¿el por qué están ahí toda esa serie de síntomas y signos que aparecen a lo largo de la educación y crecimiento de nuestro hijo?.

Y no digo que esto no funciones, porque a menudo ayuda, pero vivimos en una sociedad y en una medicina que. busca a menudo las soluciones fuera y no dentro. Para mi, ya no solo como osteópata, sino también como persona, ya hace tiempo que intento plantearme la otra dirección para la solución del problema.  Tomar la dirección de dentro hacia fuera. Porque cuando un cuerpo actúa de una manera, seguramente es porque está condicionado por lo que tiene dentro. Y aquí es donde la Osteopatía pide su turno para actuar. Mirar cómo esta nuestro cuerpo y mente. El Dr. Sutherland, padre del abordaje craneal de la osteopatía decía:

 

“permite que la función fisiológica interna se manifieste,

en lugar de aplicar una fuerza externa sin ningún sentido”.

 

Es a partir de esta frase que podemos enlazar y hablar del otro sentido de la educación. 

La Osteopatía ayuda a tu niño desde dentro

El sentido de dentro a fuera

A menudo la Osteopatía nos ofrece otra mirada, mostrándonos cómo todo lo vivido por nuestro hijo está en su cuerpo, condicionando así su manera de funcionar, actuar, y en consecuencia de crecer y aprender. 

 

La concepción

 

Todo lo vivido en este momento de unión entre dos conciencias se convierte en energía, e información que quedará plasmada, almacenada y memorizada en este nuevo ser que se crea. Además de la genética, como osteópata quiero dirigir mi mirada a todas las informaciones que se comparten en ese momento de unión entre dos seres que conciben a una nueva vida que viene al mundo.  Esto, quedará plasmado en su cuerpo, en su anatomía, en su estructurar, y en consecuencia condicionará su manera de crecer, funcionar y vivir a partir de este momento. 

 

El embarazo

 

A partir de este momento, el niño es uno con su madre, y todo lo vivido y experimentado durante esta etapa de vida repercutirá en la forma de crecer y vivir del niño.  Hablamos entonces de si la madre se cuida saludablemente; si se alimenta correctamente, si hace ejercicio regularmente, si realiza actividad intelectual,  pero también vamos a tener en cuenta la forma de vivir y sentir el cuerpo que tiene esa madre, la conciencia que tiene sobre ella misma y el valor que tiene y se tiene ella como persona. Hablamos también, de la salud emocional de la madre, que estará enviando informaciones todo el tiempo a ese nuevo ser que crece y se desarrolla en su interior.  Cómo es la relación consigo misma, la relación con su pareja, e incluso si la mama vive situaciones emocionales inesperadas, y que también serán energía que llegará a ese niño, a ese embrión que está creciendo y recibiendo informaciones químicas a través de su sangre, pero también informaciones emocionales que llegan a ese cuerpo en crecimiento, y que pueden alterar su buen desarrollo.  ¿Pueden estas tensiones repercutir en el buen flujo sanguíneo que recibe ese bebé, y en consecuencia alterar el desarrollo de su sistema nervioso? ¿Es muy irracional pensar algo así? Si se altera el flujo sanguíneo por situaciones de estrés ¿Puede esto repercutir en cómo se formará y desarrollará un sistema nervioso, un cráneo, una columna...etc?  ¿Una fisiología alterada puede alterar el desarrollo de la estructura, embrión o feto? 

Los órganos de ese cuerpo en desarrollo no reciben la circulación sanguínea y nerviosa necesaria, y en consecuencia la sangre es incapaz de llevar las sustancias químicas y hormonales que ese feto necesita para su correcto desarrollo, y la columna vertebral, el sistema digestivo...etc., se verán repercutidos. Todo lo que está viviendo la madre, si no es bien digerido,  se convierten en pequeñas tensiones que poco a poco van diseñando la estructura de un cuerpo en desarrollo, impidiendo con frecuencia el crecimiento tal y como los esquemas de la Naturaleza lo marcaron.  

 

Y entonces vendrá el parto. 

 

Que se adelantará si el bebé siente que ya no puede más con todo esto, o que vendrá colocado en una mala posición consecuencia de todas las tensiones que ya no sabe cómo gestionarlas.  El bebé se encuentra en este momento de vida con situaciones que no favorecen la buena fisiología del parto. El estado de la mamá, su anatomía, el lugar dónde nace, el profesional sanitario, e incluso la ausencia de su papá en el momento de nacer. Todo esto necesitará ayudas como una epidural, una cesárea, un fórceps...etc., y que se convertirán en tensiones que repercutirán en la anatomía de ese bebé. Su occipital recibirá tensiones, al igual que su duramadre, o también la bóveda craneal,  pero también el conjunto de su cuerpo, la columna, la pelvis, el sacro...etc. Tensiones que se quedarán ahí todo porque el bebé, la inteligencia de su cuerpo no supo qué hacer con ellas al no estar preparado para gestionarlas. 

 

Y después de todo esto llega el osteópata.

Me han dicho que mi niño no lee bien, que cuando gatea no tiene fuerza, que es muy nervioso y no puede estar sentado como los demás, me han dicho que mi niño es hiperactivo, que tiene malas digestiones... todo esto y mucho más que no tiene nada que ver con patologías como la parálisis cerebral, el autismo, entre muchas tantas. 

 

¿Puede usted osteópata hacer algo?

 

Y entonces empiezo a tocar el cuerpo de ese niño. Siento que su cráneo casi no tiene movilidad, que su sistema nervioso casi no tiene potencia, que parece que un occipital se mueve más que el otro, que las membranas craneales están llegan de tensión, una parte del cráneo casi no se mueve... etc... y me pregunto. 

 

¿Puede estar alterando el estado de su anatomía el funcionamiento de su cuerpo, la fisiología y el crecimiento de este niño?

 

Como osteópata es ahí a donde me voy a dirigir y no a dar remedios externos; ejercicios, dietas, pastillas, y toda una cantidad de remedios externos que son los que a menudo nos recetan para que nuestro hijo se desarrolle correctamente.  Mi solución la tengo en mis manos, que detectan ahora todo lo vivido por este niño durante todo su desarrollo desde el momento de su concepción, y que como buen mecánico se preguntan si no pueden estas tensiones estar provocando todo de lo que la mamá se queja. 

 

Es aquí donde la educación también puede ser desde adentro. Como osteópata libero todas las tensiones acumuladas durante el crecimiento, y permito que así la Naturaleza, pueda hacer todo lo que ese cuerpo del niño está diseñado para poder hacer si se lo permiten; puede leer, gatear, atender en la escuela, escribir, hablar.. y todas las funciones que si el cuerpo del niño está libre de tensiones puede realizar correctamente. 

 

Franki Rocher. 

Osteópata D.O