"Mamá me duele la cabeza"

Este síntoma es cada vez más frecuente entre los niños de hoy en día como efecto del mundo que vivimos, donde el estrés, y el no parar se apodera de máquinas vitales ya de desde muy jóvenes. Máquinas o cuerpos de niños que están llenos ya en sus primeros años de vida de tensiones, huellas y rigideces que no son más que el efecto de embarazos y partos que ya en su día estuvieron lejos de la fisiología, tal y como los ha previsto la naturaleza. Y todo esto sumado a padres incapaces por sostener el crecimiento de sus hijos, consecuencia del ritmo al que vivimos.  Pero seguimos pensando en patologías que se van con una pastilla, qué mirada más limitada para resolver un problema. Aunque si nos despistamos, acabaremos acuñando así a la osteopatía, una medicina basada en recetas, en síntomas y técnicas. 

 

Pero miremos las cosas de una forma diferente, y volvamos a la mirada de la Naturaleza, puesto que somos parte de ella. El niño, además, es parte de una familia, y consecuencia de su inmadurez es víctima de todo lo que la sociedad impone sobre él o ella. 

Cuando un osteópata coloca las manos en el cuerpo del niño buscando una causa para un dolor de cabeza, no solo mirará la cabeza, puesto que sabe que el cuerpo está interconectado, igual que en la Naturaleza. Por tanto, además de su cabeza, explorará su columna, su pelvis, sus vísceras, las fascias del cuerpo... y mucho más. Pero además, con una mirada en la que todo está vivo, y todo en su cuerpo es sensible a lo que el niño ha vivido en el pasado, creando así una memoria, y vive en el presente, mostrando así que ya no puede más! Y el síntoma es lo siguiente en llegar. 

 

No todo puede verse como un efecto que hemos de matar con un hábito o una pastilla, o incluso, con una técnica manual osteopática que es buena para esto o lo otro. Con el tiempo todo lo vivido en el niño se acumula y vemos así cráneos rígidos, inmóviles, deformados, y que el efecto de todo ello es que la circulación sanguínea está alterada, provocando el efecto del dolor de cabeza, si además no tiene otras tantos más como el estrés, insomnio, nerviosismo, déficit de atención...etc. Así a menudo nos encontramos con niños que están cansados, pero también muchos que "no saben parar". Hasta que el síntoma progresivamente se apodera de ellos, y empiecen a quejarse.

  

¿Cuál es la causa de que a mi hijo le duela la cabeza?

 

El osteópata no se queda en una técnica aplicada para un determinado síntoma, sino que toca la estructura corporal  con una mirada de mecánico que quiere explorar la máquina corporal de nuestro hijo y ver dónde hay bloqueos que impiden su correcto funcionamiento.  Con este objetivo en su mente el osteópata toca el cuerpo de nuestro hijo. A menudo comienza por la cabeza, ya que para el osteópata las articulaciones y tejidos de la cabeza tiene movilidad, y pueden estar impidiendo la correcta función de los músculos de la cabeza, contraídos por la falta de circulación sanguínea. Con sus manos llenas de sensibilidad y tacto adecuado, el osteópata se comunica con el cuerpo de nuestro hijo, y empieza a sentir y encontrar zonas bloqueadas, con falta de movimiento, donde la sangre y los nervios no fluyen con normalidad. Se detendrá en esos lugares, y los tratará, los relajará hasta que se asegure que ha habido un cambio en cómo estaba funcionando hasta ese momento el cuerpo de nuestro hijo.  Es de esta manera que le devolverá al cuerpo lo que sabe hacer sin que se lo enseñen, permitir la correcta circulación sanguínea y nerviosa, de ida y de retorno.  E incluso, le permitirá a nuestro hijo que exprese una vitalidad y alegría que hasta ahora puede que no hayamos visto. La salud será lo siguiente en llegar.

 

Franki Rocher

Osteópata D.O