No es el momento para que el osteópata inteligente ondee la bandera de la derrota y la rendición.

Abre las puertas de tu mas pura razón, enderezate y rescata el barco hundido de la vida. Deshazte todo lo que le sobra de la fascia y despierta las fuerzas excretoras. Deja que los nervios muestren todo su poderío para que puedan deshacerse de todo lo que sobra que podría matar o debilitar las fuerzas de la naturaleza. Dales la oportunidad para que puedan hacer su trabajo, dales todo el alimento que necesitan y la victoria se pondrá del lado del ingeniero inteligente. No te rindas nunca hasta que la muerte sea la única posibilidad.

 

Adentrémonos a fondo y encontremos las causas que no llevarán a asegurarnos que tenemos la causa que provoca al tuberculosis, congestión, tos , tal y como se ha llamado hasta ahora.
Empieza por el cerebro, sigue bajando por la escalera y observa, detente y afila bien tus cuchillos de la razón, tranquiliza tus nervios con el opio de la paciencia. Empieza por la primera vértebra de la columna, sigue buscando con la luz de la razón, y no abandones esta articulación hasta que estés seguro de cuantos nervios pasan por ahí que inteligentemente forma la parte superior del cuello.

 

Recuerda que todo ha sido planeado y construido por la mente y la mano de lo infinito. Mira qué fibras nerviosas van y vienen por esta base central, y qué pequeña célula, fascia, glándula y vaso sanguíneo viene de los pulmones. ¿Sabes que cada fibra nerviosa en su lugar correcto es lo que lo gobierna todo?.

A.T Still

"Filosofía de la Osteopatía"